JOSE ROYO MARTINEZ

LA IMAGINERIA RELIGIOSA DE ALAQUÀS EN LA POSTGUERRA

Terminada la Guerra Civil (1936-39), se hizo necesaria la reconstrucción y rehabilitación de los templos parroquiales y lugares destinados al culto divino, que hubiesen sufrido los efectos devastadores de la contienda. Además de la reconstrucción material de las iglesias fue ineludible reponer también en la mayoría de los casos los ornamentos y vasos sagrados para la celebración de la Eucaristía, sagrario, bancos, retablos, imágenes, etc. Con el fin de coordinar toda esta ardua labor y seguir las mismas directrices se crearía en la Diócesis de Valencia, el 30 de junio de 1939, en los salones del Ayuntamiento de la ciudad y bajo la convocatoria del señor Arzobispo: "La Junta Diocesana para la reparación y construcción de Templos en el Arzobispado" en la que quedarían integradas distintas personas de los ámbitos social, religioso, político y económico de la ciudad. Todos ellos formarían la propia Junta, el Comité Permanente, la Comisión de Fábrica, la Comisión de Hacienda y la Comisión de Propaganda1. Posteriormente, y en el Boletín Oficial del Arzobispado de Valencia, el 1 de agosto de 1939, la Comisión de Propaganda de la citada Junta publicaría una serie de normas "sugeridas por el más noble afán de seguir la tradición eclesiástica y la mejor observancia del derecho canónico y de las leyes litúrgicas y del arte sagrado", y cuyo exacto cumplimiento solicitaban a los arciprestes, curas y encargados de las iglesias. En el mencionado escrito y en su apartado "D" referente a la "escultura y mobiliario" se señala aquellos aspectos que deben seguirse respecto de las imágenes: 1.- En nombre del arte hay que entablar singular batalla contra las imágenes de cartón-piedra y demás materiales de imitación hechos en serie. 2.- Tómense medidas enérgicas que detengan el afán de llenar de imágenes las iglesias sin tener en cuenta otras necesidades más perentorias: altar, sagrario, vasos sagrados, ornamentos, etc. 3.- Desautorizar la pluralidad de encargos para la misma iglesia y mucha moderación en la inclusión en las imágenes de joyas, ropajes, etc.2.
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La propia Junta de Reparación y Construcción de Templos en sesión de 10 de agosto de 1939 aprobaría por unanimidad las normas por las que debían ajustarse los Rectores de las iglesias y los artistas para conseguir la aprobación eclesiástica de las imágenes, fijándose las siguientes condiciones: "No se admitirá, para su aprobación, proyecto alguno de imagen o mueble litúrgico (sagrario, retablo, pulpito, etc.) que no se eleve a la Autoridad Eclesiástica: a), mediante solicitud del P(...)