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  Estudis i documents

Any:1991
Pg:121-126
Títol: La vida religiosa de Alaquàs a principios de este siglo (IV).
Autor: Esteve Forriol, José
Període: Història Contemporània
Matèria:  Religió
Segles: XX
Tema: Estudis i documents-Religió
Idioma: Castellano



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JOSÉ ESTEVE FORRIOL

LA VIDA RELIGIOSA DE ALAQUÀS A PRINCIPIOS DE ESTE SIGLO (IV)

"ELS COMBREGARS DELS XIQUETS" La Primera Comunión de los niños y niñas revestía especial solemnidad y se celebraba todos los años el Domingo de Pentecostés. Le precedía, como siempre, un largo periodo de instrucción para aprender la " D o c t r i n a " y su enseñanza corría a cargo de las Operarías Doctrineras ayudadas por mujeres y hombres del pueblo, de reconocida piedad. Las casas de los "combregaors" y "combregaores" se preparaban días antes con una limpieza general, que en el exterior se manifestaba "emblanq u i n a n t " la fachada con la correspondiente pintura de cal y pulimento de puertas y ventanas, sin olvidar, el día de la fiesta, la enramada de murta en la puerta de la calle. Los trajes de los comulgantes niños y niñas, generalmente blancos, se complementaban con un librito de oraciones con tapas nacaradas y un rosario de cuentas blancas; los niños llevaban además, sobre el pecho un cordón dorado del que pendía una medallita de oro. Para acudir a la Iglesia se congregaban todos, niños y niñas, en la "Costura", que así se llamaba la Escuela mixta que existía entonces en el pueblo, en el edificio del Ayuntamiento; y acompañados por la música, por la calle Mayor, se dirigían a la única Iglesia Parroquial donde se celebraba la ceremonia religiosa. Finalizada ésta, el cortejo infantil, seguido por la música, regresaba a los respectivos domicilios, en los que se les recibía disparando una traca y a veces con la suelta de pajaritos, cazados en el "enfilat", que con su alegre revoloteo se asociaban alborozados a la alegría general de la fiesta. Las familias de los comulgantes ofrecían una comida extraordinaria a familiares y amigos, comida abundante, y sustanciosa en la que no faltaba la tradicional sopa de menudillos, el pollo bien cebado, el "guisao de mondonguilles" y otras exquisiteces culinarias, sólidas y reconfortantes. Por supuesto, el capítulo de los dulces revestía particular relevancia: "les tortaes", "els bracos de gitano", les coques fines", etc. completaban el ágape festi-121-

vo, que se prolongaba hasta muy tarde, comida rumbosa y descomunal que obligaba a ser digerida con un buen café y licores y saboreando los hombres las delicias de un aromático puro.

"ELS PERNOLIARS" Los sacramentos administrados a los enfermos revestían siempre cierta solemnidad. Actualmente pasan casi desapercibidos, dado el cambio de vida y costumbres que se ha producido en el mundo. El Santísimo Sacramento era llevado públicamente por un sacerdote revestido con roquete, estola y una capa de brocado blanca, especialmente preparada para e(...)



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