Año:1989 Pg:105-114 |
Título: La vida religiosa de Alaquàs a principios de este siglo (II).
Autor: Esteve Forriol, José Periodo: História Contemporánea Materia: Religión Siglos: XX Tema: Estudios y documentos-Religió Idioma: Castellano Vista prévia
JOSE ESTEVE FORRIOL LA VIDA RELIGIOSA DE ALAQUAS A PRINCIPIOS DE ESTE SIGLO (II) Seguimos recordando los momentos más destacados de la vida parroquial de nuestro pueblo, tal como discurría durante los primeros decenios de este siglo. La guerra del año 1936 marcó un cambio importante. Algunas costumbres perduraron hasta más tarde o incluso hasta hoy. Otras se perdieron para siempre. LOS SIETE DOMINGOS En el número anterior de estos "Quaderns" esbozábamos las actividades religiosas de la localidad, siguiendo el año litúrgico desde sus comienzos en el Adviento hasta las fiestas de Carnaval, que caía casi todos los años en el mes de febrero y coincidía con los Siete Domingos de San José. Era ésta ya entonces una devoción muy arraigada. Se comulgaba durante los siete domingos que precedían a la fiesta del Santo. Pastoralmente ofrecía la ventaja de que dichas comuniones tenían lugar en la Cuaresma, tiempo en que obligaba el precepto de la comunión pascual y ello facilitaba, por tanto, el cumplimiento de aquella disposición de la Iglesia. Las tardes de estos domingos se llenaba el templo parroquial para el ejercicio correspondiente y se predicaba. Hoy en día el ejercicio se hace por la mañana. COSTUMBRES DE LA CUARESMA Durante la Cuaresma se rezaba todos los días el Vía Crucis en el templo y se intensificaba la predicación. Los viernes venía de fuera un predicador, un "cuaresmero", como se le solía designar. Se exponía un punto de catecismo y un comentario al evangelio del día. Si el predicador pertenecía a una orden religiosa el punto de catecismo o de doctrina corría a cargo de un hermano lego, no sacerdote, que solía hablar en valenciano y contar alguna que otra anécdota graciosa para hacer más amenas sus palabras. En el comentario al Evangelio el padre cuaresmero se esforzaba en fustigar los vicios y elevar el nivel de la vida religiosa entre los fieles. Al término del sermón se cantaba una plegaria popular de arrepentimiento, como: Perdón, oh Dios mío, perdón e indulgencia, perdón y clemencia, perdón y piedad.
105 SEPTENARIO DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES Se celebraba el Septenario a la Virgen de los Dolores los siete días primeros del tiempo de Pasión y terminaba, por tanto, el viernes anterior al Domingo de Ramos, viernes éste en el que la Iglesia daba culto a la Virgen Dolorosa. En el ejercicio vespertino tenía lugar la adoración de la Santa Cruz, una costumbre valenciana que se perdió después de nuestra guerra y de la que ya casi nadie se acuerda y corre peligro, por tanto, de caer para siempre en el olvido. Las iglesias aparecían durante estos últimos días de la Cuaresma enlutadas con grandes telas moradas que cubrían de arriba abajo los altares y también las (...) |