JOSÉ ESTEVE FORRIOL

LA VIDA RELIGIOSA DE ALAQUAS A PRINCIPIOS DE ESTE SIGLO (I)

EL ADVIENTO El comienzo del año litúrgico, marcado por el Adviento, no tenía especial resonancia en la vida religiosa de la población. Los cuatro domingos de este tiempo discurrían como otros domingos del año. El color morado en la misa dominical y la homilía, en la que el párroco explicaba el sentido de este tiempo de preparación para la Navidad, eran lo único, que les daba algún relieve.

LA FIESTA DE LA INMACULADA En cambio, la fiesta de la Inmaculada, el 8 de diciembre, revestía particular importancia. La novena de la Purísima cubría con sus ejercicios vespertinos las tardes de los nueve días posteriores a la fiesta. La congregación de Hijas de María se encargaba de su organización. Llegada la fecha de la festividad todo culminaba en la misa de comunión general, a la que acudía en masa la juventud femenina. La procesión por la tarde era muy concurrida. Las chicas estrenaban ese día los vestidos de invierno -abrigos y trajes ("batas")- adelantándose en muchos casos al día de Navidad. El párroco Don Roque Granell, muy aficionado a la música, encargó al famoso maestro Don Manuel Palau, figura destacadísima en el mundo musical de Valencia, familiar suyo y paisano, puesto que también como él era de Moncada, un himno inspiradísimo con letra del propio Don Roque, que comienza "Oh reina divina" y todavía se canta con emoción. ¡Oh Reina divina! Trono de la Trinidad Ufana de tan gran excelencia podéis, podéis estar. La santa asociación que aquí nos lleva
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ha hecho saber que en la tierra no hay nada más hermoso cual tuya ser. De labios de tus hijas sin sombra de mancilla, oid lo que con gozo la gratitud les dicta: Somos congregantes y vuestro favor nos da, en rica dote, fe y amor a Dios. En tí, Reina, está nuestra esperanza; en tí, Madre, nuestro amor. Acordaos de las que aquí acudimos y te dan su corazón. ¡Viva Pío Nono! que la declaró toda Inmaculada, en su Concepción. Tu sonrisa alienta nuestro pecho, tu mirada es un fervor; con tu manto azul de firmamento, cúbrenos junto al Señor; y allí juntos cantemos, sí, tu protección, tu protección. Adiós, adiós, adiós, adiós.

NAVIDAD Y REYES Se acercaban los días de la gran fiesta, los días de Navidad. Se notaba por la actividad febril que desplegaban las mujeres en los hornos para confeccionar "els dolços": "pastissets de pataca" (pastelitos de batata), "coques en panses", "coques fines", "casques", etc. Asimismo en las carnicerías las ventas se multiplicaban al proveerse todas las casas de lo necesario para la "olla de Nadal(...)